La dieta en la costilla patriarcal de culpas y anorexia cultural, le lee el cuento a Cenicienta del pecado original, la viste de princesa y la ayuda a vomitar. La farolera vuelve a tropezar y traga arroz con leche, porque abortar es coacción y norma del sexismo y la eugenesia señorial que mata en la pobreza de un hospital. Y hoy objetivan cuerpos por maquillar con esa cruz que es violencia familiar, violación y entierro del pecado del cordero, no hay bien ni mal sin verdad..
Y no esperes ni un segundo más la sangre azul, sos preciosa como sos, dueña de tu cuerpo.