miércoles, 28 de septiembre de 2011

No sé si está bien, no sé si está mal, pero desde el otro día puede que vea todo menos trágico o menos redundante. No sé qué es, ni yo me veo parecida a mi misma lo que era tres años atrás, es algo que no termino de entender y no tiene tanto sentido, es como Penny para Desmond, o Kayleight para Evan, pero sin los viajes en el tiempo, por desgracia. Es como que, no me importa cómo pero quiero que todo esté bien, pero no bien, sino bien. Es algo muy poco egoísta pero a la vez posesivo, posesivo con razón, posesivo con todas las fuerzas porque es mío y si hace tal o cual cosa es porque yo lo dejo, pero a su vez es algo permisivo para la reciprocidad, porque yo hago lo que quiero pero tengo mis límites, los cuales estuvieron muy desdibujados todos estos meses. Mi falta de control fue la falta de vergüenza, la sinvergüenza, pero se debió al hecho; con quién, aparte, para qué, de dónde querías que la saque, si no me importa. Pero ya está, el martes la corté, fue el fin, no es que yo lo quiera así sino que quedaría bien.